From: Miguel [d2@ya.com]
Subject:
Se ha muerto el gordo cabrón
Se ha
muerto el gordo cabrón. Por mí se podía haber muerto hace dos días, o dos años,
o no haberse muerto, o mejor, no haber nacido nunca. Poca gente con la que he
convivido me ha resultado tan absolutamente indiferente. No le tenía ni cariño,
y hoy se me nota. Ahora, mira por dónde, le tengo envidia al puñetero por la
forma de marcharse. Infarto fulminante follando. Un efecto no agradable del
viagra. Al final, fue genial el mentiroso. No, no lo ha hecho nada mal. Jean
Louis, ni ha dado la lata con largas enfermedades, ni ha dado pena por la forma
de marcharse. Nadie, ni los que le querían y lloran desconsolados, ni su
amante, ni su esposa, pueden evitar un rictus cómico cuando se habla del tema.
Es de agradecer, un entierro con una vis cómica siempre es más agradable. Jean
Louis, se ha muerto pasándoselo de muerte...
Eso
sí, tal vez ha quedado poco digno... Siete años negando que follara con su
mujer y va y se le muere encima. Carolina, su mujer, está jodida, pero tiene un
no sé qué en la mirada, que mosquea. Se entiende, entre las acciones, la pasta,
la evidencia de que era la titular y el peso que se quitó de encima... casi una
alegría. Amalia, la otra, está destrozada. También se entiende, siete años
creyéndose la única, y va y se entera así, de que sólo era la suplente.
De
todas formas, es una putada, más que nada por la fecha, a nadie le ha venido
bien. Ahora encima, tenemos que quedarnos hasta el entierro, o hasta el
funeral, yo que sé... Tampoco sé para qué. Supongo que para hacer bulto, queda
bien el que haya montón de gente de distintos países hablando diferentes
idiomas en los entierros. Éste, seguro que quedará de puta madre. Además,
aprovechando el muerto y el entierro, al pequeño Napo se le ha ocurrido una
súper reunión, tiene sentido, con los costes de los viajes, y ya que estamos
todos aquí, optimizamos recursos, y matamos tres pájaros de un tiro... Lo
enterramos, elegimos a su sucesor y nos ponen las pilas para que el negocio
mejore. Bueno, que quede claro, el primer pájaro se mató el solito enchufándose
el viagra.
¿Sabes?
Ahora, aquí, sólo, esperando no sé qué, me da pena.
Venirme
a Paris no ha sido una solución... No sé como lo hago pero pienso mucho ti...
Anda
un beso.
2 comentarios:
el final tierno es lo que queda en la cabeza... lo otro, lo del gordo... ¿a quién le importa?
bicos,
No sé... debería matar a alguien para poder acercarme a París, que hace eones que no la visito (tampoco me mata, la verdad).
Esto no tiene mucho sentido, pero voy dejando la meadita para marcar territorio y saber lo que ya he leído y lo que no... con la venia :)
Beso.
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