domingo, 1 de julio de 2012

La brisa sopla por la tarde


From: Miguel [d2@ya.com]
To: goodman@hotmail.com
Subject: La brisa sopla por la tarde

Hola
Por la tarde, la brisa costera sopla desde el mar hacia la tierra, es una obviedad, lo sabe todo el mundo, bueno... casi todo el mundo. Me siento fatal. Me he duchado como treinta veces, y todavía, cuando lo recuerdo necesito salir corriendo a ducharme. Te lo dije, la muerte de Jean Louis, como que me importaba una mierda. Llamé a Stéphanie y unos amigos y nos fuimos de copas hasta las tantas, no, no era para celebrarlo, pero casi. Total que llegué a la reunión del consejo sin dormir, y medio pedo. Para evitar que se me notase mucho, me puse las gafas oscuras, y me quedé calladito. Total, que los panolis debieron suponer que las ojeras, los ojos vidriosos, y mis pocas ganas de hablar se debían al cariño que le tenía... Me dieron más abrazos que a la viuda... A las diez el entierro, no pude escaparme. Bueno, que realmente no fue un entierro, lo chamuscaron. Dice Stéphanie, que fue idea de la viuda para que la otra no pudiera llevarle ni flores a la tumba. No sé, pero es capaz, la muy imbécil, de haber montado todo el circo sólo para joder a la otra. Total, que a incinerarlo y cruzar media Francia para tirarlo al mar. En Ploumanach, en la Bretaña, a cinco horas de Paris. Es un lugar bonito, la costa de granito rosa, tampoco para echar cohetes, no creas. Yo pensé que después nos quedaríamos a tomar unas ostras.... Me llevaron en uno de los coches del cortejo con Stéphanie, me pasé el viaje durmiendo. Por fin llegamos, la viuda cogió la urna con una mano y a su hijo con la otra, se acercó al muro, y esperó a que llegáramos todos. El gordito hijo sacó una armónica y Blowing In The Wind, y la madre a cantarlo… y cuando ya nos habían sacado los lagrimones a todos, vi a la tía que levantaba la urna y me imaginé la que se nos venia encima. Se notaba el aire. ¡Que coño aire! Era viento... No le grité porque pensé que tiraría la urna cerrada... Rácana de mierda. Pero… ¿para que coño querrá la urna vacía?... La estúpida volcó la urna, salieron las cenizas, se dicen cenizas, pero no, no son sólo cenizas... hay trozos como canicas.... Las cenizas salieron de la urna y el maldito viento las lanzo, a mala leche, contra todos nosotros. Todos espurreados de cenizas del gordo. Parecíamos panaderos pringados de harina, o deshollinadores con trajes de Armani. Algunos escupían, otros se sacudían al gordo de encima sin la más mínima elegancia. Yo era el único que mantenía la compostura, nada más que moví las manos para taparme la cara. Uno tras otro se fueron fijando en mí y dejaron de sacudirse los restos del gordo como quién se quita las migas del bocadillo. Y no es que en España exista un protocolo para cuando te espurrean las cenizas en un entierro. Es que sentía tanto, pero tanto asco, que ni quería tocarlas para sacudirlas. Me despedí de la viuda sin esbozar la más mínima sonrisa, y fue difícil la cosa, la pobre estaba de pena, o de risa, con la mitad de la cara totalmente blanca, como un payaso a medio pintar. Metí a Stéphanie en el coche y nos fuimos al hotel más cercano. Hasta el hotel las cenizas y el sudor chorreaban por mi frente... Barrillo de gordo cabrón en mi cara... No te cuento la cara del conserje cuando le pedimos un aspirador... Ahora me siento fatal, medio gordo en el aspirador... Si yo me muero tira la urna completa... o ya sabes me espurreas por la mañana... Es que por la mañana, la brisa sopla de la tierra al mar... No sé, siempre pienso que tú me tirarás a mí y me jodería terminar en el aspirador.
Te quiero, cuídate mucho, pienso en ti.
Un beso. Miguel

2 comentarios:

matrioska_verde dijo...

tu escena me recuerda una escena de una película española, sólo que la peli se desarrollaba en el mar y en lugar de cenizas había jabón (no recuerdo qué pasara con las cenizas verdaderas) el caso es que sólo lo sabía la que iba a tirar las cenizas y al contacto con el agua empezaron a salir burbujas de jabón.

en fin... tu historia es divertida, me la imaginé perfectamente...

también recuerdo una historia triste acerca de unas cenizas pero ahora no viene al caso...

de todos modos, a mí me gustaría que tiraran mis cenizas sin urna, porque si no es como si te estuvieran tirando aprisionado... las cenizas al aire, al mar, que se integren en el ambiente...

¡que cosas!

biquiños,

Ana dijo...

Jijijiji

Hace poco un amigo del alma tuvo que esparcir las cenizas de sus padres y me contó una anécdota muy típica. No la puedo reproducir por respeto a él, pero estas cosas hacen que me plantee si no será mejor donar el cuerpo a la ciencia o a alguien que te guise en caldereta. Hay mucha necesidad.

Sacúdete el hombro izquierdo... tienes algo blanquecino :P