viernes, 25 de junio de 2010

Prueba 03 Amadou

La historia de Amadou es complicada. Amadou no existía en la realidad, o más exactamente, oficialmente Amadou estaba muerto. El hombre había nacido al noreste del Senegal, y en una incursión de bereberes lo habían secuestrado y luego lo vendieron a los hombres azules del desierto (saharauis para nosotros). Con dieciocho años escapó de los saharauis alistándose en la legión, y en la legión, después de unos años de servicio, lo condenaron por un delito de sodomía a cinco años de cárcel. Liberado con lo de la marcha verde, antes de caer en manos de los marroquíes a los que odiaba desde siempre, se pasó a las filas del Polisario y en una acción fallida cerca Cabo Juby tuvo que escaparse de los moros refugiándose en una falúa que llevaba pescado al Armandito, atracado a algunas millas de la costa. Los marroquies exigieron la entrega del prófugo al capitán del barco, pero Luiso, que era un vasco gordo y chulo al que los moros le sentaban como una patada en los mismísimos, sabiendo que un prófugo, saharaui del Polisario, tenía los días contados si lo entregaba, les dijo que el polizón había saltado por la borda al intentar detenerlo. Luego levó anclas, y se piró sin dejar que los marroquíes revisaran el barco. Navegó rápido y muy al norte hacia Tenerife, dobló punta de Anaga, dejó a Amadou en Garabato y volvió sobre sus pasos atracando a la hora prevista en Santa Cruz, donde la policía española revisó el barco a petición de la marroquíes. Naturalmente, Amadou fue un hombre libre desde el mismo momento que pisó el Armandito, pero el hombre se sentía tan agradecido por lo de salvar la cabeza que nunca en toda su vida dejó de trabajar para el abuelo. A mí no me gustaba nada Amadou, como a todos me daba muchísima pena que los moros lo hubieran vendido como esclavo en pleno siglo veinte, pero para mí era un hombre extraño, no me fiaba de él, me daba miedo, siempre estaba oculto en las sobras, caminaba escondido y sin hacer ruido, apenas hablaba nunca con nadie, y además, y eso era lo peor para mi entonces, Amadou era un prófugo, musulmán, negro y encima un sodomita. Tardé muchísimo en aceptar la idea de pedirle ayuda, pero al final me di cuenta que o el prófugo o nada. Nos costó un montón encontrar la casa Amadou en la parte alta de la finca. El bosque de laurisilva es tan tupido, y con tanta niebla siempre, que si no sigues la vereda correcta terminas llegando a ninguna parte. Cuando le contamos que queríamos que nos ayudara a pegarle al padre Jesús, se atragantó con el humo de la cachimba que se estaba fumando y por poco se nos ahoga de risa. Lo malo es que no reía precisamente por lo que fumaba. Después ironizó sobre si no preferíamos que como él era negro y musulmán directamente se comiera crudo al cura católico… Ni nos dejo enseñarle el dinero con que pensábamos pagarle su ayuda, y directamente, sin despedirse nos abrió la puerta para que nos marchásemos. Cuando ya bajamos para casa, nos llamó silbando para preguntarnos el porque queríamos pegarle al padre… Se lo contamos. Se le heló la sonrisa, Amadou se quedo serio, luego me tendió la mano y dijo: Será un placer acompañarle mañana, cuente conmigo. Me impresionó muchísimo que me tratara de usted, que me diera la mano, y sobre todo la enorme sonrisa que se le había puesto.

11 comentarios:

Ana dijo...

Sigue contándonos historias, Miguel.

Que dejemos de pensar en el pan nuestro de cada día aunque sea un minuto.

Gracias:)
Un beso grande.

Juanci Juacín dijo...

Interesante, cada vez esto se torna más y más interesante. Esperaré lo que sigue, saludos.

Thiago dijo...

jaj que historia, cari... que apasionante, y vaya personaje, con sentido del humor, además... ¿si queríais que se lo comiera crudo? jajaja

Bueno, haces bien dosificando la historia, pero con eso solo consigues que estemos más pendientes y deseosos de la continuación, pues es una caja de sorpresas... ¡Vaya vida la de Amadou!.

Bezos.

campoazul dijo...

Pues me cae bien Amadou, después de todo lo que pasó, vivir en el anonimato y solitario siempre, tiene que ser muy duro..., y de repente se conmueve y no duda en ayudar a dos chicos en apuros..., y lo más importante es que ni siquiera duda de sus palabras, ¡les creyó ...!

Besitos.

d2 dijo...

Tormento
Prometo seguir pero esta vez intentaré que no se me desmadren los personajes, a ver si así logro contar la historia que quiero yo y no la que quieren ellos…
Podrías hacer tu lo mismo y contarte algo que se te extraña, a ti y al Mauricin que uno sigue recordándolo con autentico desprecio.
Un beso enorme

d2 dijo...

G-boy
Gracias, no te puedes imaginar lo que animan tus palabras. Ya lo he dicho intentaré seguir un ritmo en el que pueda contar lo que yo quiero y no lo que dan de si los personajes. Un abrazo

d2 dijo...

Thiago

Lo puñetero de la vida de Amadou es que a veces resulta simplemente increíble, cuesta contarla, mala la comparación, pero es como intentar contar el 11S sin imágenes… NO lo creería nadie.
Ya sabes, me encanta verte por aquí, y espero seguir viéndote y que te siga gustando la historia.
Un beso campeón

d2 dijo...

campoazul

Siempre he pensado que en occidente nos falta capacidad para comprender lo que es la vida del tipo del tercer mundo que tenemos al lado.
Si a veces decimos que hombres y mujeres somos de distintos planetas estos son de distinta galaxia. Lo jodido, es que, (la comparación no es la más correcta) esto es como una conversación con un chaval de 15 años, somos nosotros los que tenemos que acércanos a ellos, porque ellos no pueden comprender el mundo occidental con sus convencionalismos…
Sorry, a mi Tambien me encanta Amadou
Un beso y mogollon de gracias por estar aquí.

Anónimo dijo...

Imaigno que aunque resulte muy feo decirlo, ese tipo de venganzas al corazón y al alma le dejan tranquilo. Y lo dio muy enserio. No será la primera vez que le deseo la muerte a quien me forzó siendo niño, que me he imaginado a mi mismo apaleandole y haciendole sufrir por lo mucho que me hizo pasar. Se que la venganza esta mal vista, pero si hubiera tenido la oportunidad hubiera reaccionado de esa forma...

Un beso cielo

d2 dijo...

No sabes lo que me molesta traerte esos recuerdos, nunca fue la intención de este post. Tampoco pretendo hacer un panegírico de la venganza, simplemente cuento una historia. Supongo que si las cosas sucedieran hoy, si le sucedieran a alguien con 20 años, si las familias fuesen de otra forma, todo lo que cuento no tendría sentido, creo que sucedió porque en su momento era una de las soluciones posibles, solo por eso.
Un abrazo enorme

Mar dijo...

Hay tratos que merecen la pena sellar como los hombre...

Besos desde la roca que me cobija.

Mar